• Los sacacorchos están bien unidos a las llaves de las habitaciones.
• ¡Porno gratis!
• Los ceniceros están pegados al jacuzzi para que sea fácil fumar mientras uno se da un baño.
• [Nota del editor: Es broma, por supuesto. No hay nada bueno acerca del hotel.]

• Es más fácil entender el funcionamiento de un trasbordador espacial que el de los jacuzzis.
• La iluminación romántica desentona con algunos tipos de lencería.

Cuando se trata de hoteles en los que se paga por hora, muy pocos son tan indiscretos en cuanto a su tono sexual como el Liberty Inn. La experiencia comienza cuando los clientes eligen un tipo de habitación, se registran con el hombre que se encuentra detrás del vidrio a prueba de balas y se dirigen a la habitación, dejando atrás la máquina expendedora de preservativos y juguetes sexuales. Continúa con el lujurioso menú de bebidas que se pueden pedir desde la habitación, seis canales de porno gratis, iluminación que crea una atmósfera romántica y "almohadones para hacer ejercicio" que ayudan a los clientes a... em... entrenar. El hotel está lejos de encontrarse increíblemente sucio, como uno se podría imaginar, pero es difícil pasar tiempo ahí e irse sin sentirse un poco perturbado.