Esta propiedad de rango medio tiene una ubicación conveniente en el paseo marítimo, con acceso directo a una gran playa, y cerca de tiendas, varios campos de golf y el centro de Myrtle Beach. El hotel en sí no es nada especial, con habitaciones antiguas y decoración anticuada, varias piscinas y un gimnasio adecuado. Pero es muy conveniente para familias que viajan con niños: tiene un río lento, un campo de minigolf de 18 hoyos, un programa para niños y cocinas completas en cada unidad. Sin embargo, hay mejores y más modernos centros turísticos cercanos.